1. Mis días en el convento.


    Fecha: 15/12/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Hetero Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... enfermera nunca me dijo nada al respecto, excepto de las otras dos religiosas que ya eran mis compañeras de jueguitos; de Sor Denisse y de padre Antonio. Realmente eso no me preocupaba lo más mínimo y solo trataba de disfrutar de todos los beneficios que estaba teniendo y de la intensa vida sexual que teníamos entre todas. Me trataban con respeto, se preocupaban por mí, había una especie de amor, pero eso nunca fue dicho, todo lo que hacíamos eran “servicios”, el amor estaba reservado a adorar a nuestro Dios y a la iglesia.
    
    Años después, dejé el convento para convertirme en una prostituta internacional. Comprendí que toda mi carrera había sido ideada por alguien fuera del convento. En los últimos meses, a menudo me llevaban fuera del convento para entretener a hombres importantes de empresas y procurarle los servicios que ellos deseaban de una mujer.
    
    Me acosté con los empresarios más importantes de la ciudad, con obispos y arzobispos, políticos de alto rango; en muchos casos disfrutaba juntos a ellos. Con el tiempo aprendí que hombres y mujeres con la cuales me tocaba tratar, tenían gustos y expectativas diferentes. Cada uno o una, deseaba algo distinto y encontraban en mí a alguien que les podía brindar y hacerlos gozar ...
    ... del modo en que ellos o ellas lo requerían. Debo agradecer de esto a padre Antonio y a la enfermera Giuliana, nunca habría entrado en el negocio del sexo a un alto nivel sin los enseñamientos y practicas hechas con ellos.
    
    Giuliana para mí fue una amiga especial, todavía hoy en día mantengo contacto con ella y cuando tenemos alguna oportunidad nos encontramos y recordamos esos viejos tiempos juntas. Con Sor Denisse no estuve muchas veces como habría querido, tal vez ella tenía otras favoritas. De ves en cuando ella venía a mi celda para asegurarse de que estaba aprendiendo bien y nos divertíamos juntas.
    
    Hoy en día soy una mujer independiente, educada y gracias a mi “trabajo”, he girado por el mundo, cosa que estaba entre mis sueños cuando estaba en la choza que llamábamos “casa”. También tengo una abultada cuenta corriente en mi banco, con una suma considerable en ahorros que me permitirán retirarme y tener una cómoda vejez.
    
    Fin
    
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    El regalo más preciado de quien escribe es saber que alguien está leyendo sus historias. Un correo electrónico, a favor o en contra, ¡Tiene la magia de alegrar el día de quien construye con palabras, una sensación y un placer!
    
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