1. Ciudad Caliente (1)


    Fecha: 18/12/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: PerseoRelatos, Fuente: TodoRelatos

    ... Constanza percibió la observación. Alzó la cabeza, cruzó los brazos y devolvió la mirada, desafiante. No le gustaba sentirse un animal de exhibición, y menos cuando los cazadores eran tan obvios.
    
    Aldo Ríos era el líder del grupito. Y si el nombre les suena es por una razón clara: él era el hijo de Octavio Ríos, el jefe de Alfonso. Porque así es la vida y la literatura: estas coincidencias pasan. Aldo tenía 19 años, pero bien vividos, experiencia y talento no le faltaban y para alguien de su edad y su carisma, esas eran armas infalibles. Tuvo el impulso de ir e irrumpir con su presencia en la animada conversación que ambas mantenían, pero evaluó sus opciones y pensó que un largo juego sería mucho más fructífero, esas hembras estaban para ser verdaderamente domadas.
    
    En eso, Matías y Diego entraron también a la librería, con mochilas descuidadamente al hombro, no esperaban encontrarse ahí a su madre, simplemente pasaban a molestar a su hermana.
    
    —No jodas, esos dos van en mi clase de economía — soltó Marco, uno de los amigos de Aldo.
    
    Aldo necesito poco y nada más para empezar a maquinar un plan completo en su cabeza.
    
    —Ya está entonces, así nos acercamos.
    
    El martes por la tarde, la casa de los González se transformó en un set improvisado de bienvenida. Isabel había dedicado la última hora a batallar con el aspirador y a organizar la superficie visible del comedor, aunque en cada esquina acechaba una torre de cajas a medio abrir y las paredes exhibían ...
    ... cicatrices blancas donde algún día colgarían cuadros. Al otro lado de la puerta, Diego y Matías forcejeaban amistosamente con el timbre, alternándose el privilegio de anunciar la llegada de los nuevos amigos.
    
    Aldo Ríos encabezaba la expedición. Flanqueado por Marcos y Santiago, caminaba con la seguridad de un joven que sabe que la tierra le pertenece y los habitantes solo esperan su conquista Su sonrisa era un bisturí, y los movimientos, calculados al milímetro, daban la impresión de que cada paso era parte de una coreografía secreta.
    
    La puerta se abrió con una sonrisa amplificada de Isabel.
    
    —¡Adelante, chicos!
    
    El saludo los envolvió. Isabel parecía más joven bajo la luz de la tarde, el cabello recogido en una trenza que le caía por el hombro y un vestido casual que hacía juego con el desorden doméstico. Los brazos de la anfitriona se extendieron en bienvenida, y la calidez de su voz creó una burbuja que, por un instante, pareció protegerlos de la inclemencia de la ciudad.
    
    —Ustedes deben ser Aldo, Marcos y… —miró al tercero, dudando.
    
    —Santiago —dijo el aludido, con una inclinación cortés.
    
    —Encantada. Pasen, pasen. Todavía no logramos desempacar todo, pero ya casi parece hogar.
    
    Diego y Matías atravesaron el pasillo como si volvieran de una guerra, alardeando el botín de la amistad recién conquistada. Los tres invitados inspeccionaron la casa.
    
    Constanza apareció en el umbral de su habitación, el cabello negro derramado sobre los hombros, la mirada intacta de ...
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