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El juego de los intercambios
Fecha: 25/12/2025, Categorías: Intercambios Autor: Bennasar, Fuente: TodoRelatos
... lo que sea que me haga? —Y en voz muy baja me dijo.— No te enfadarás si disfruto. ¿No? —No, no puedo enfadarme. Y se tumbó boca arriba en nuestra cama. Aurora y yo nos sentamos en la cama a los lados. Y me cogió la mano que sudaba un poco, estaba nerviosa, todos estábamos nerviosos y divertidos y excitados, yo, desde luego, y abrió las piernas para Germán. Eso volvió a provocar que me empalmase. Su vagina ya tenía algún brillo. Admiré lo valiente que era Teresa. Germán se tumbó boca abajo entre las piernas de Teresa con la cabeza a la altura de su pelvis. Eso solo ya me dio tantos celos como me encantó. Miró a Teresa a los ojos. —¿Estás preparada? —Dijo Germán con cara divertida. —Mmm, creo que sí, ¿que piensas hacerme? —No lo he pensado mucho, de momento lo miraré detenidamente y luego ya veré. —Estoy nerviosa. Tengo una curiosidad, ¿Estás empinado? —Ja, ja. Un poco. —Se ladeó y nos dejó ver un pene crecido pero no a tope. Teresa levantó la cabeza para mirar. Yo tenía una erección parecida que trataba de ocultar. —No te había visto nunca empalmado. Se ve que ya no eres un niño, ja, ja… porque esto que jugamos es un juego casi de niños, que lo sepáis, de niña jugué a algo parecido. Y ahora que recuerdo... a los niños también se les empina. Esa vez fue muy ingenuo, toqué mi primer pene que cuando lo vi ya era largo y delgado, indudablemente era pequeño, como un dedo. mientras él me tocaba la vulva, algo parecido a lo que vamos a hacer ¿no? Bueno, me gusta ...
... que esté crecido, significa que no investigas solo por investigar y que te parezco algo atractiva. —Germán acercó la cabeza hasta dejarla a dos centímetros y con un dedo recorrió un labio mayor de arriba abajo dibujando y siguiendo las rugosidades. Eso me excitó muchísimo. Y a Teresa ya que su vulva fue volviéndose húmeda. —Ay. —dijo Teresa pero no era una queja, y me apretó la mano y su coño brillaba un poco más. —Chicos, me da morbo todo. Que sea Germán, que lo esté mirando Aurora y que lo esté mirando Jaime. Y por supuesto me gusta que me toques ahí—Su voz estaba un poco entrecortada. Germán se acercó más y creo que olió y luego dijo: —Voy a besar. —Estoy preparada para que hagas lo que quieras. —Le dio un beso manteniendo los labios un par de segundos. Teresa respondió—Aaaa. —Luego con delicadeza metió un dedo por la vagina pero parecía que lo hacía para humedecerlo con las mucosidades de Teresa porque miró el resultado, un hilillo se resistía a dejar la vagina y lo pasó por los labios menores recorriéndoles haciendo un círculo para terminar en el clítoris. Su manera de tocar me pareció la de alguien que le tiene cariño a lo que toca. —Ya te lo habrá dicho Jaime, tienes un coño muy bonito ¿Te puedo escupir un poco para humedecerlo? —Ah, haz lo que quieras, ya estoy un poco cachonda. —Germán dejó caer un poco de saliva encima del clítoris y comenzó a frotarlo unos segundos, luego con los dedos separó los labios hasta ver la entrada de la vagina lo examinó ...