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Clases de Teatro
Fecha: 27/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Generico, Fuente: TodoRelatos
... poco más. Los dos se volvieron a besar y Daniel volvió a guiar a Cristina para que se subiese encima de él y empezará a cabalgar sobre su pene. Desde mi posición veía como la espalda de Cristina subía y bajaba sobre el miembro de Daniel. Cada vez que descendía su cuerpo absorbía por completo la longitud de Dani y un temblor la recorría. Cada vez que subía, solo la punta permanecía dentro, mientras el resto de su polla brillaba húmeda un instante antes de volver a ser engullida. Trataba de apartar la mirada pero el sonido de sus pieles chocando hacía que mi imaginación visualizara igualmente la imagen. En tanto, el ritmo se volvió frenético. Dani la sujetaba de las caderas con una fuerza feroz, clavando los dedos en su carne mientras sus empujes se hacían más profundos. —Dani... —Se limitó a gemir ella mientras su cuerpo se tensó como un arco. Su cabeza cayó hacia atrás, y un largo y tembloroso gemido de liberación se le escapó de los labios. Daniel no se detuvo. La sostuvo durante su orgasmo manteniéndola impalada en él. Cristina seguía gimiendo incapaz de soportar tanta sensación con su cuerpo respondiendo de manera autónoma. Finalmente, el temblor cesó. Su cuerpo, agotado y relajado de golpe, se desplomó sobre el pecho de Daniel. Pero este estaba lejos de estar satisfecho. Con un movimiento brusco la despegó de él y la tumbó boca abajo sobre el sofá. Cristina no oponía resistencia y su cuerpo languidecido por el placer que acababa de sentir se dejó moldear. Daniel ...
... se colocó detrás de ella con su imponente erección apuntándola. Sus manos, se apoderaron de sus caderas colocando a Cristina a su merced. Una vez todo estuvo a su gusto se ando sin preámbulos y, se hundió dentro de ella hasta el fondo en una sola embestida. Cristina gritó un sonido ahogado por el sofá, en una mezcla de dolor y placer. Daniel la follaba con una fuerza primitiva, tal vez pensando que al haberla hecho correrse ya había cumplido su función y ahora le tocaba divertirse a él. Con una mano agarró su melena, tirando de su cabeza hacia atrás para arquear aún más su espalda, mientras la otra se aplastaba contra su nuca, manteniéndola inmovilizada, dominada. —Dios Cris, como he deseado hacer esto….—Dijo Daniel sin respuesta de ella Dani aceleró, perdiendo el ritmo, entregándose a la urgencia de su propio clímax. Se hundió en ella una última vez, hasta el fondo, y se quedó allí, temblando. Un gemido largo y profundo le escapó mientras yo podía casi visualizar en mi cabeza como su semen brotaba dentro de ella. Su cuerpo se desplomó sobre el de Cristina dejando a los dos tumbados sobre el sofá. El silencio que cayó después. Daniel se retiró lentamente, y un hilillo blanco y espeso rezumó de entre las piernas de Cristina manchando el sofá. Vi como Daniel se empezaba a vestir y decidí volver al bar con las piernas temblorosas y el eco de los gemidos de Cristina aún resonando en mi cabeza mientras mi erección empezaba a bajar. Me abrí paso entre la gente con la mirada ...