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Consolándome con mis compañeros de estudios (2)
Fecha: 29/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Daniela, Fuente: CuentoRelatos
... compañeros… Esa noche mi esposo quería sexo, pero le expliqué mi malestar; obviamente que me increpó sobre el uso de los condones, que si tan amolados están mis compañeros para no traer consigo una caja de preservativos. Lo entendí porque estaba con la verga bien parada, pero tuvo que aguantarse, ya que su linda mujercita no podía… El día lunes no fui a clases, aún sentía molestias al caminar. En la noche me llamó una compañerita que no estuvo en la fiesta (no recuerdo ahora su nombre), pero me dijo que se habían preguntado todos que en donde estaba el lucero que todo lo iluminaba… —Eso le molestó mucho a Lupe… —¿Qué dijo?… —inquirí ansiosa. —Que no eras más que una zorra, que ni siquiera a puta llegabas y que ella estaba muy por encima de ti… —¿Y qué más?… —volví a insistir… —Me dio mucho coraje que dijera eso, pues no te conoce y no tiene porqué opinar así de ti… Ya no la quise seguir escuchando y mejor me salí del aula. —Déjala, esta celosa… —Tú estás mil veces mejor que esa estúpida… —recalcó mi compañera. El martes, al llegar a la escuela yo iba muy nerviosa y avergonzada, aunque suene extraño, no sabía cuál sería la reacción de mis compañeros. Entré al salón y me senté, allí estaba Martín que me saludó muy despreocupado, al poco rato llegaron otros compañeros y también Víctor y Adrián; solo me miraron y me sonrieron en complicidad, pero no dijeron nada, ni siquiera me dirigieron la palabra. Con eso descansé y seguí como la estudiante casada ...
... y recatada que todos creían que yo era, bueno todos excepto los tres chicos que me habían cogido y que sabían lo putona que soy. Al terminar las clases de ese día como era la costumbre me fui a la cafetería, allí me alcanzaron Víctor y Martín. —Oye Dany, ¿no tuviste problemas con tu marido?… —mintiéndoles les dije que se había enojado porque llegué tarde pero que de eso no había pasado a mayores, y que desde luego estaba yo con ganas de repetir la experiencia con ellos, y al hacerlo le froté una de mis piernas a Martín que estaba próximo a mi… —Pues prepárate para lo que sigue mamacita, ahora te vamos a dar un tratamiento especial… —Vamos a echarte “pira”… —dijo Víctor. —Oye, ¿pero qué es eso?… No sé de qué se trata —les dije intrigada. —No te preocupes, ya verás que te va a encantar y querrás repetir… —Entonces, ¿estamos ya de acuerdo para el viernes?… —me preguntó Martín guiñando un ojo. —Claro que si, y además podré ser para ustedes todo lo que quieran, pues mi marido no estará esa noche —dije lamiendo mis labios en franca coquetería. —¡Pues que mejor!, así te daremos más que anoche y verás que la vas a pasar de poca madre. Poco después, me despedí de ellos y me fui a casa, pensando en el siguiente viernes. Mi tía se despidió el miércoles, pues debido a sus compromisos, no podía quedarse por más tiempo. Me sentí triste, asegurándole que en cuando pudieras, la iríamos a visitar. Durante esos días no tuve sexo, ya no sentía ninguna molestia, ...