-
Consolándome con mis compañeros de estudios (2)
Fecha: 29/12/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Daniela, Fuente: CuentoRelatos
... pero quise seguir con el tratamiento, que también mi esposo siguió. Andaba como perra en celo, pues cualquier miradita de mis profesores y compañeros, me encendía. Hice un sondeo para saber que tanto sabían de lo que había pasado en la francachela, pero, o lo ignoraban, o se hacían que no sabían… Por supuesto que la tal Lupe, no hizo más aspavientos, de lo contrario, la hubiera puesto en su lugar; pues si a mí me gusta tanto la verga y me encanta dar las nalgas, ese es mi pedo. El viernes esperado con ansias por mí, llegó al fin. Ese día llegué a la escuela como mi costumbre, sandalias altas de tiras, una faldita corta, una blusa entallada de amplio escote que al usarla sin brasier resaltaba más mis tetonas y se me veían los pezones, mi rajita cubierta por la transparencia de mi tanga solamente en la parte del frente ya que la posterior era solo una delgada tira de tela que se me perdía entre mis nalgotas rozándome constantemente el culo como para andar caliente todo ese día tan especial, y por su puesto mi aroma favorita, Paloma Picasso; de inmediato busqué a los chicos. Déjenme decirles que durante el resto de la semana después del lunes que me habían cogido no habíamos intercambiado plática, solamente nos veíamos y sonreíamos en plena complicidad, pero ese día yo quería verlos antes de estar juntos en la noche. No tardé mucho en encontrarlos así que me senté junto a ellos y charlamos; estaban solo dos y me saludaron alegremente y como estábamos solo ellos y yo, ni ...
... que decir tengo que fueron bastante atrevidos: —Hola nena, ¡qué rica vienes hoy!, ¿ya estas lista para la noche?… —me preguntó Víctor, torteándome. —¡Cada día te pones más buenota, Daniela! —le secundó Adrián. —Ya déjense de tantos piropos, donde esta Martín, ¿no ha llegado?… —les contesté. —No ha llegado aún, de seguro el cabrón estuvo chupando y ha de estar bien crudo, pero eso es bueno para ti, pues cuando ese güey esta crudo anda que parece burro en primavera; ja, ja, ja… —comentó Víctor. Me quedé pensando en eso y sin quererlo se me mojó de inmediato mi bollito y a mi mente vino la idea de comprobar si eso era cierto, en especial por la rica tranca que tiene Mar y por el hecho de que no me habían cogido desde el viernes pasado, ni siquiera mi marido; así que se me ocurrió que sería riquísimo aliviar el fuego de Martín esa misma mañana, pero la voz de Víctor me sacó de mis cachondos pensamientos: —Oye Dany, pero hoy queremos que vayas bien putona, que te arregles para nosotros muy especial, ¿qué te parece?… —le contesté que si, que eso me agradaba y despidiéndome de ellos todavía verifiqué la hora de nuestro encuentro: —Entonces, ¿nos vemos a las siete en la casa de Martín?… —los dos me corroboraron nuestra cita y me despedí de ellos. Busqué a mis compañeras y estuve un rato con ellas esperando poder ver a Martín y animarlo a ir conmigo a casa para empezar con él ese viernes que yo sospechaba muy caliente. Sin embargo, pasó la mañana y Martín no ...