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Albast.Capítulo 27
Fecha: 30/12/2025, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Alex Blame, Fuente: TodoRelatos
... traidores. —¡Malditos hijos de puta! Seguro que son los responsables de la alarma. Maldita sea. Y yo sin poder hacer nada. ¡Ayúdame a parir de una puta vez! —exclamó indignada —Hay que dejar a la naturaleza... —¡Vamos, idiota! Esto no tiene nada de natural. Seguro que con las cerdas judías utilizas algo para adelantar el parto. —Prostaglandinas en dosis altas, pero si no funciona, tendré que hacerte una cesárea... —¿Y a qué coños esperas? Von Hula hurgó en su maletín y sacó una jeringa y unos viales. La cargó con la hormona y le puso una inyección en el muslo. El útero comenzó a contraerse en pocos minutos con furia. Parecía que el vientre de la mujerona estaba a punto de estallar y entonces von Hula observó con alivio, que una cabeza grande y nudosa comenzaba a coronar entre los labios de la vulva de Greta. Ante los ojos del doctor, vio como el coño de su paciente comenzaba a dilatarse hasta proporciones increíbles. Mientras la cabeza comenzaba a resbalar, la mujer empujó de nuevo y los hombros del bebé, si podía llamarse así a aquel engendro, salieron con un ruido viscoso. Afortunadamente, las dos enormes espinas que emergían de ellos, aun no se habían endurecido y los arañazos que le produjeron en la vagina no fueron demasiado profundos. Greta se tomó unos segundos para descansar y respirar hasta que, con un último empujón,logró expulsar el resto del neonato. Von Hula se apresuró a recogerlo en una gruesa manta. Lo observó. Greta estaría satisfecha. ...
... El mutante tenía casi un metro de largo y pesaría más de diez kilos. Tenía la cabeza llena de protuberancias y feas espinas en los hombros y la columna vertebral. Von Hula echó un vistazo a sus genitales. —Dámelo. —le ordenó Greta bajando las tiras del camisón. —Pero... No es necesario. Los podemos nutrir con leche artificial... —se atrevió a decir el investigador. —¡Es mi hijo! —gritó. Aquella mujer estaba totalmente loca. Tratar a aquel engendro como si fuese su hijo... Hija, mejor dicho. —era complicado averiguar el sexo de los mutantes las primeras semanas si no te fijabas atentamente— Sabía que aquello no era normal, pero estaba tan acostumbrado a obedecer, que no se planteó rechazar la orden. Le acercó aquel bicho y éste se enganchó al enorme pecho de Greta y comenzó a chupar casi inmediatamente. Greta sonrió y acarició a la mutante con gesto protector, mientas el doctor trataba los arañazos en su sexo y el interior de los muslos rezongando. En su vida se había sentido más cansada y aterrada a la vez. Pero no por ella. La visión de Marcus caído en el suelo, inconsciente, le dolió más que cualquiera de los puñetazos, más que su cuero cabelludo al ser arrastrada por el pasillo, por aquellos cavernícolas. Al final del pasillo, a la izquierda, estaban las estancias de Wust. El Gruppenführer abrió la puerta con una sonrisa maligna y de un nuevo tirón, la metió dentro. Rodó desnuda por el entarimado y se quedó boca abajo, jadeando, esperando que el dolor se ...