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El amante de Mohamed Alí
Fecha: 18/01/2019, Categorías: BDSM Autor: GabrielledelD, Fuente: CuentoRelatos
... tampoco. Tan entusiasmado estaba. Me quité del todo el sostén. Sudaba a mares. Espérame aquí un momento que yo voy a darme una ducha. Mientras me duchaba, aliviando mi espalda con agua tibia me masturbé. Me sequé de cintura para abajo y salí con una toalla limpia. En bragas de nuevo. Me tumbé de espaldas en la inmensa cama, le pedí que me secara y que me frotara la magullada espalda con la crema hidratante que llevaba en la bolsa. Felipe obedeció. Me deshumedeció amorosamente, y más delicadamente si cabe me extendió la crema durante más de media hora, hasta que quedó bien absorbida. Cuando terminó me incorporé, le quité el polo y lo senté en la cama. Al bajarle el pantalón estaba empalmado como un mástil. La tomé con mis manos y acerqué mi boca. Casi tan lentamente como él me había acariciado mi piel empecé a mamársela. Apenas puse por tercera vez mi lengua en su frenillo se corrió, tan violentamente y con tanta abundancia que casi me trago su semen, algo que detesto. Me levanté para enjuagar mi boca y garganta, salí y le mandé a la ducha. Cuando apareció tan pulcro como siempre yo ya estaba preparada. Bajamos a cenar. Y a la marcha. Estábamos en paz. Felipe y yo aprobamos las oposiciones. Mi novio me esperaba con un gran ramo de rosas. Él se casó un año después con una chica de la alta sociedad de Castelló, la más cursi de todo el Estado español. Me invitó a la boda pero excusé mi presencia. Ello no alteró nuestra amistad que se ha prolongado hasta hoy mismo. Nunca más hemos hablado de “los” incidentes de nuestras oposiciones. Nos llamamos de vez en cuando desde nuestros despachos: en Navidad, para los cumpleaños, en los ascensos, y cosas así. Fue el primer hombre que me castigó. Habría otros, pero eso, como decía Kipling, eso ya es otra historia.