1. Ayudando a Mamá (01).


    Fecha: 02/04/2019, Categorías: Incesto Autor: nokomi, Fuente: RelatosEróticos

    ... cuándo había sido la última vez que me habían cogido con tantas ganas. Tuve que morder uno de los almohadones del sofá para que mis gritos no se escucharan en toda la cuadra. Me dio durante un rato largo sin parar, después la sacó y empezó a darme pijazos en la cara. ¡Qué bestia, por dios! ¡Pero cómo me gustaba que me azotara así con su manguera! Abrí grande la boca y él me la enterró hasta la garganta, después la sacó y la leche empezó a saltar para todos lados... me llenó la cara de leche. Atraído por un imán invisible, volví a repetir la acción de acercar mi verga a su boca, pero esta vez dejé la punta posada sobre sus labios sin dejar de pajearme con ganas. Su boquita estaba entreabierta y esa sensación me calentaba muchísimo. Al parecer a ella también, porque se estaba tocando con más ímpetu y cerró sus ojos. No aguantaba más, sentía que mi verga iba a estallar, movía frenéticamente mi mano. Mi miembro quedó apuntando directamente al interior de su boca. Ella continuaba con los ojos cerrados. Fue como un volcán en erupción, grandes chorros de semen de un color blanco intenso y espeso salieron despedidos de la punta de mi pene con gran fuerza, el primer chorro fue a parar al interior de su boca. Mi madre intentó apartarse pero yo sostuve su cabeza, un nuevo escupitajo blanco que en parte entró y el resto quedó dibujando una línea horizontal en su mejilla. Intentó escupir el semen, éste emergía de su boca pero para que no lo largara todo, introduje el glande sin dejar de ...
    ... soltar semen en su interior. Ella no tuvo más remedio que comenzar a tragar, podía sentir su boca apretada contra mi verga. Vi que en ningún momento dejó de pajearse, por los ruidos que emitía pensé que se estaba ahogando pero enseguida sentí su lengua girando sobre la punta de mi pene, primero dio una vuelta suave en sentido de las agujas del reloj y lo siguió otro un poco más rápido. Yo aún sostenía su cabeza firmemente. Introduje un poco más la verga en su boca y mi respiración estaba muy agitada. Cuando la solté el pene salió lentamente dejando mucha saliva y semen colgando de sus labios. -¡Pero hijo! –gritó como si todo hubiera ocurrido en un parpadeo, para mí fue un tiempo interminable pero en realidad ocurrió bastante rápido. Sus ojos permanecían mirando mi miembro fijamente, se irguió un poco en la cama- ¿Qué fue eso? –preguntó consternada, como si de verdad necesitara saber qué había sido lo que tragó. -Dijiste que te gusta sentir el semen en tu boca –intentaba dar una explicación coherente, tartamudeando como un niño demasiado ansioso–, dijiste que te habías quedo con las ganas… Yo… yo… yo solamente te quería ayudar, pensé que te iba a gustar. Perdoname si te molestó… perdoname mamá -me estaba poniendo pálido y tenía ganas de salir corriendo. -¿De verdad lo hiciste por eso? –Me preguntó, mientras quitaba con la mano un poco del semen que tenía pegado en la cara. No le respondí, no podía dejar de mirar su mejilla y su mentón aún cubiertos de mi semen-. Me tomaste por ...