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Jamal de sangre y cuero. Mistress Cristina
Fecha: 26/04/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Eric Salazar, Fuente: TodoRelatos
... se viera hinchada y poderosa a la vez. —Jamal, hoy vas a ser mi asistente. Me vas a ayudar con mis sumisas. —Lo que ordene mi Ama.— Respondí, muy metido en el papel. Aquello era en serio. No había risitas ahora ya. Cuando se ha cerrado la puerta tras nosotros. Todo estaba claro y era un mundo diferente al que habíamos dejado atrás. —Vosotras dos. De rodillas y en posición. Acto seguido. Las chicas se pusieron de rodillas y con las palmas de las manos apoyadas en los muslos, orientadas hacia arriba. —Jamal, ven a mi lado. Me coloqué a su lado, y Cristina me sacudió la polla hasta ponerla a tono nuevamente. —Ángela ponte de pie. Y colócate en el cepo. Ángela obedeció la orden de su ama y levantándose, colocó las manos y la cabeza en el cepo de madera, quedando así inmovilizada y con el culo totalmente expuesto. —Jamal. Cierra el cepo y vuelve aquí conmigo. Obedecí nuevamente a los mandatos de Cristina. —Lidia. Ahora va a ir a la cruz y te vas a colocar mirando hacia afuera. Y tú Jamal. Sujétala de pies y manos con las correas. Nuevamente, las órdenes fueron acatadas sin ningún problema. Ahora estaban las dos chicas inmovilizadas y a nuestra merced. Entonces Cristina fue la que se dirigió a la pared donde estaban todos los utensilios. Y cogió una fusta y un flogger. El flogger es un látigo formado por varias tiras de cuero que acaban en un mango de cuero trenzado. Me dio la fusta y me dirigió a Ángela y a su deseable ...
... trasero. —Jamal. Con la fusta son golpes secos y rápidos. Controla la intensidad y ve aumentándola conforme vaya subiendo la temperatura de la piel. —Si mi ama.— Respondí a la vez que lanzaba el primer golpe de fusta contra el terso culo de Ángela. Su boca dejó escapar un gemido de placer. Le estaba gustando. —Ahora tú eres mía.— Dijo Cristina colocándose delante de Lidia y a punto de lanzar el primer golpe de flogger que la sumisa aceptaría con un gemido igual que había hecho su amiga segundos antes. El ruido de la fusta y el flogger se mezclaba con el gemir de esas dos hembras que estaban siendo sometidas al placer de su misstress. —Ven Jamal, vamos a empezar a calentar a estas dos zorras. Vamos a usarlas. Cristina colocó un taburete delante del cepo donde seguía atrapada Ángela y me pidió que me subiera. Quedando mi miembro a la altura de la boca de la inmovilizada sumisa. Entonces fue Cristina la que puso en marcha todo. —Abre la boca. Y tú métele la polla todo lo que puedas. Sujétale la cabeza y fóllale la boca. Dicho y echo. La boca de Ángela era grande, pero mi verga es imposible de tragar entera. A las órdenes de mi dominatrix. Le empecé a follar la boca. —Más fuerte.— Me ordenó dándome con el flogger en el culo. Esta sensación hizo que aún se me pusiera más dura, y acto seguido empecé a follarle la boca más fuerte y más profundo, provocándole arcadas que hacían que la saliva fluyera en gran cantidad por la comisura de los labios. —Así me gusta, ...