1. En la costa, con un pendejo de 19 años (1)


    Fecha: 02/09/2024, Categorías: Confesiones Autor: Victoria Maria, Fuente: TodoRelatos

    ... vez que yo sentía que me llegaba un orgasmo, ponía mis manos en su pecho y comenzaba a moverme más rápido y con mas fuerza, en esos momentos él ponía sus manos en mis caderas y acompañaba mis movimientos.
    
    Yo gemía y gritaba muy fuerte y a él había dejado de preocuparle que la puerta estuviera abierta y que nos pudieran escuchar…
    
    Cada vez que yo estaba llegando al clímax haciendo mis movimientos más fuertes, me tomaba del cuello presionando mi garganta, se había dado cuenta que eso me gustaba.
    
    No se cuanto tiempo habremos estado cogiendo de esa manera, lo que si se es que yo estaba muy cansada y otra vez totalmente empapada en sudor…, ya no podía mas. En cambio él estaba perfectamente bien ya que no había hecho el menor esfuerzo.
    
    Me dejé caer sobre su pecho…
    
    Ya no puedo mas bebe…, estoy muy cansada, le dije.
    
    Lo que hizo entonces fue darme la vuelta y empezarme a coger de esa manera…, yo abajo y él arriba.
    
    En todo el tiempo que duró.., que fue muchísimo, me cogió muy fuerte y rápido.
    
    Por momentos entrelazaba mis piernas en su cintura, por momentos me las cruzaba poniéndome las rodillas sobre mi pecho.
    
    Luego se apoyaba sobre mi para chuparme las tetas y pasar su lengua por mi cuello…
    
    No recuerdo bien, pero creo que en esa posición tuve tres orgasmos más, en cambio él parecía no cansarse nunca.
    
    Muy pocas veces en mi vida le pedí a un hombre que dejara de cogerme, pero esa fue una de ellas.
    
    Empecé a suplicarle…, basta…, ya no puedo mas…, me ...
    ... duele mucho…
    
    Con sus manos sostuvo mis piernas muy abiertas y lo empezó a hacer muchísimo más rápido…
    
    Él no quitaba su vista de mi concha y comenzó a jadear muy fuerte…
    
    Al darme cuenta que estaba por acabar, yo quería hacerlo al mismo tiempo que él, pero el roce tan prolongado me había provocado mucho ardor interno, así que para poder acabar tuve que masturbarme mientras el seguía bombeando aceleradamente.
    
    Finalmente cuando sentí su leche hirviendo en mi concha, logré ese orgasmo tan esperado.
    
    Fue espectacular, verdaderamente excepcional la manera en la que me cogió.
    
    Cayó rendido encima de mi y con su pija enterrada hasta el fondo empezó a besarme.
    
    A los pocos minutos ambos nos quedamos profundamente dormidos, eran casi las cuatro de la madrugada, ese segundo polvo había durado una eternidad…
    
    Desperté a las 8 de la mañana, nuestros cuerpos estaban entrelazados y mi cara apoyada sobre su pecho… Me levanté rápido porque tenía muchas ganas de ir al baño y el pibe simplemente se dio vuelta y siguió durmiendo.
    
    Mi marido no estaba…, había ido a la panadería, la puerta del dormitorio estaba cerrada
    
    Para cuando mi marido regresó yo ya me había bañado, lo esperé con el agua lista para tomar mate…
    
    Lo primero que hizo cuando entró, además de entregarme la bolsa del pan y las facturas, fue preguntarme si estaba bien y como la había pasado…
    
    Mi respuesta fue mas que sincera…
    
    Estupendamente bien…, el pendejo es una máquina de coger…
    
    También le hice el ...
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