1. Suegra borracha


    Fecha: 28/12/2024, Categorías: Incesto Autor: Schuko, Fuente: TodoRelatos

    ... contaba al pobre Ricardo la milonga de que estaba enseñando a cocinar al chico que se iba a casar dentro de poco y no tenía ni pajolera idea de hacer nada de comer y, claro, «ya sabes, Ricardo, que los matrimonios de ahora no son como los de antes y los dos tienen que hacer cosas en casa». Ricardo el pobre se quedaba en casa con la mosca detrás de la oreja, pero seguía sin atreverse a decir nada, ni a manifestar ninguna sorpresa.
    
    Al final, acabó quedándose a dormir esos dos días. Una tarde en que la sesión se había prolongado hasta las nueve y estaba todavía en la cama de su amante, sudorosa, satisfecha y con el coño y el culo con restos de las abundantes corridas de Martín, decidió preguntar a Martín si le importaría si cenaban juntos y, ya que estamos, se quedaba a dormir con él. A Martín le pareció estupendo, como no, y la animo para que fuera a por sus cosas a casa para ducharse por la mañana antes de salir para el trabajo. Le ilusionaba especialmente despertarse con una mamada matutina en vez de con el incordio del despertador.
    
    Sandra se fue en pelotas, tal cual estaba, cubierta con una bata de Ricardo que le venía bastante grande, camino de su casa, donde el pobre cornudo la esperaba para cenar, sin querer aceptar lo que estaba resultando más que evidente. No tuvo opción ni de preguntar. Nada de nada. Sandra le dijo directamente:
    
    —Voy a coger el cepillo de dientes y la ropa de mañana. Me quedaré a dormir en casa de Ricardo. Me ha invitado a ver una serie en ...
    ... Apple +, y como nosotros no tenemos… Acabará tarde, así que para no despertarte, casi mejor me quedo a dormir allí.
    
    Ricardo, boquiabierto, no tuvo tiempo ni de asentir, ni de negar, ni de preguntar nada, Sandra le dejó mirándola y fue a buscar sus cosas.
    
    Así fue como los lunes y los miércoles Sandra acababa follando y durmiendo con su amante con el consentimiento tácito del pobre Ricardo que estaba cada vez más bloqueado y era incapaz de corregir aquella absurda situación.
    
    Paralelamente, Jorge, el yerno de Sandra, andaba con bastantes dudas acerca de la impresión real de su suegra después de la tremenda follada de aquel sábado. Sandra no había intentado comunicarse con él, por lo que el joven desconocía si la experiencia le había resultado satisfactoria o era algo sobre lo que prefería correr un tupido velo.
    
    En realidad, no es que Sandra estuviera arrepentida de haber entregado todos sus orificios también a su yerno o que creyera que éste la había sometido aprovechando su momentánea debilidad alcoholica, la verdad es que estaba demasiado ocupada follando con su vecino y descubriendo el sexo en sus múltiples variantes como para volver a quedar con Jorge… todavía.
    
    De modo que Jorge se tuvo que conformar con la información indirecta que le proporcionaba Martín, su compañero de trabajo. Y, como no podía ser menos, estaba verde de envidia por el pedazo de jamelga que se estaba cepillando su colega cada dos o tres días. Más aún cuando Martín le vacilaba enseñándole los ...
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