El equipo de baloncesto 7 (final)
Fecha: 09/01/2025,
Categorías:
Gays
Autor: redking21, Fuente: TodoRelatos
... baño y que se sintió bien cuando follaron, pero luego se empezó a marear y con un dolor de cabeza terrible, y además tenía una sensación de estar cachondo todo el rato.
Llegamos a su casa y mientras subíamos en el ascensor, me preparé para llamar a otro taxi que me llevara a mi casa, pero cuando entramos me di cuenta de que no había nadie en el piso de Mateo.
-Mateo, ¿dónde están tus padres y tus hermanos? - pregunté extrañado.
-Nnno están, sse hhhan ido el finnde a la casa de la playa- acertó a decir Mateo mientras se apoyaba en la pared para no caerse.
No sabía qué hacer, pero no podía dejar a Mateo solo, sin saber lo que le habían dado y si se pondría peor durante la noche, así que decidí quedarme hasta el día siguiente.
Le acompañé al baño a que vomitara y le llevé a su habitación. Con algo de temor a que me dijera algo, le quité con delicadeza la ropa sucia que llevaba, incluso los boxers, que estaban manchados de algo que probablemente fuera semen, deteniéndome un momento para admirar su cuerpo desnudo. Inconscientemente, le acaricié la pierna, pero aparté la mano tan pronto como me di cuenta. No me podría perdonar el aprovecharme de él en esas circunstancias.
Le ayudé a ir al baño varias veces durante la noche, lo que sirvió para que no se sorprendiera al levantarse a la mañana siguiente y verme despierto mirando el móvil en un sillón de su habitación.
-Buenos días, ¿cómo estás? - le pregunté con una sonrisa.
-Hmmm, joderr, mi ...
... cabeza…-respondió Mateo mientras se incorporaba.
Se levantó de la cama demasiado rápido y se tambaleó de nuevo, así que me levanté de un salto y le ayudé a tumbarse de nuevo en la cama.
-¿T...tú has dormido aquí?- me preguntó algo confundido todavía, mientras se miraba a sí mismo, dándose cuenta de que solo llevaba puesto un boxer, porque no pude encontrar su pijama por la noche, en el que se apreciaba una considerable erección matutina.
Se tapó con las sábanas y me miró pidiendo explicaciones.
Le conté todo lo que había ocurrido en la fiesta, lo del chico que le dio esa pastilla, la vuelta a casa, incluso la conversación dura que tuvimos, ya que no me quería dejar nada guardado.
-Sí…sí, sorprendentemente me acuerdo de casi todo. No sé como pude cambiarme al llegar a casa con lo mareado que estaba- reflexionó Mateo.
- Ehmmm, claro- dije dubitativo.
Mateo conectó hilos, se dio cuenta de la situación y sorprendido volvió a mirarse a sí mismo.
-¿Tú me cambiaste de ropa? Pero no habrás…no, tú no harías eso, pasara lo que pasara- exclamó Mateo, cambiando el tono a media frase a uno más tranquilizador.
Me pareció tan bonito que, a pesar de todo, siguiera pensando eso de mí que, sin querer, se me saltó una lágrima.
-Yo…lo siento mucho, no voy a poner ninguna excusa porque no la hay, dudé por el qué dirán cuando mi corazón decía otra cosa, sé que esto no tiene solución y no pretendo dar pena, pero antes de irme, me gustaría dejar claro lo mucho que te quiero y pedirte ...