1. Ana, la buena esposa (22)


    Fecha: 17/01/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: Adanedhel, Fuente: TodoRelatos

    ... tomé de la mano y le conduje al baño. El lugar, como todo en el Imperial, era generoso en sus espacios. Con dos lavamanos en un mueble de mármol, dos pulidos espejos (uno de cuerpo al entrar y otro frente a los lavamanos) y un área de baño tan grande que bien podrían entrar unas seis personas a la vez. La zona de baño estaba delimitada por una mampara de vidrio transparente y firme. En la zona de ducha, en el techo y la pared, había una variedad destacable de tipos de duchas. De mano y de columna para una limpieza personal, además de una delgada estructura de tubos adosada al techo que permitía una ducha en pareja o incluso en grupos. En la esquina del fondo había un lugar, una banca de mármol adosada a la pared, para sentarse y dejar los productos de limpieza. El lugar no estaba hecho para ahorrar agua sino para la opulencia y el disfrute.
    
    —Dios, que bonito es todo —dijo Julieta, asombrada.
    
    —Así es. Te dan ganas de aprovechar todo ¿no?
    
    —Si.
    
    Mientras la pelirroja examinaba los frasquitos y los jabones, yo conseguí encender unas luminarias accesorias. Las luces del cuarto de baño eran frías, pero había un panel y una pantalla táctil con la que se podía controlar el color e intensidad de la iluminación, así como una serie de parlantes integrados a zonas altas de las paredes que permitían colocar música ambiental. Manipulé el panel y logré dar al lugar un ambiente más íntimo. Una música relajante empezó a sonar. No se me daban mal la tecnología. Luego, encendí el ...
    ... agua caliente de la ducha del techo y activé un termostato que mantendría el agua templada y agradable. Era genial que todo aquello ayudara en mi siguiente jugada.
    
    —Ahora, ven, acércate a mí —dije—. Creo que necesitamos una ducha relajante.
    
    Julieta pareció sorprendida, pero dejó que yo empezara a desabotonar su blusa. Pronto, estábamos en ropa interior. No era la primera vez que estábamos así, la una junto a la otra con muy poca ropa. Pero si era la primera vez que las dos estábamos en una habitación así de solas. Siempre habíamos estado en tiendas, probándonos ropa y con gente muy cerca. Ahora, en cambio, estábamos verdaderamente solas. Pude notar cierto rubor en el rostro de la pelirroja.
    
    —Ana, qué intentas… —empezó a decir. Pero yo puse delicadamente mis dedos sobre sus labios. Le hice a callar.
    
    Toqué el agua para comprobar la temperatura. Estaba perfecta.
    
    —Vamos, metete adentro conmigo. El agua está genial —aseguré.
    
    Las dos usábamos ropa interior blanca, bastante simple. Sexy simplemente porque nuestros cuerpos lo eran y lo necesitaban. Terminé de sacarme la ropa interior y entré desnuda bajo el agua; estiré una mano hacia Julieta: una clara invitación a unírseme.
    
    Ella demoró en contestar a mi invitación. No estaba seguro si no se movía porque estaba mirándome de arriba abajo, explorando mi cuerpo desnudo, porque no lo deseaba o simplemente porque no sabía si era buena idea.
    
    Se retrasó un momento, pero tomó una decisión. Con cierta vergüenza y sin ...
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