Al Servicio del Sultán 3 - Relatos Eróticos

Al Servicio del Sultán 3

... terror desviando la mirada, en cambio Catalina no parece reaccionar, se muerde los labios y mantiene la mirada fija en mi polla entrando y saliendo de la boca de Merary.

Después de unos minutos dejando que Merary me chupe la polla, la subo a la cama y la ordeno colocarse sobre sus manos y sus rodillas, de forma que las tres futuras esclavas pueden ver como mi polla estira el coño de Merary al abrirse paso en su interior.

Sin dejar de follar a Merary, no pierdo oportunidad de observar a las chicas, Catalina sigue mirando fijamente todo lo que ocurre en la cama, frotando sus muslos, que ya muestran los primeros restos de humedad. Leonor tiene los ojos muy abiertos, y aunque su gesto sigue siendo de terror, no desvía su mirada en ningún momento, cosa que todavía hace Francesca.

Los orgasmos de Merary se suceden uno tras otro, con intensos gemidos que llenan la habitación. Aunque sé que me queda poco para correrme, me salgo del coño de la esclava nubia y coloco mi polla a la entrada de su culo.

Está vez hasta Catalina suelta un pequeño grito al ver como comienzo a follarme el culo de Merary, pero ni esa impresión hace que desvíe su mirada, algo que si ha vuelto a hacer Leonor durante unos segundos. Finalmente me salgo del culo de Merary y dejo que de nuevo chupe mi polla hasta correrme con un fuerte gruñido.

Me levanto de la cama dejando a Merary tumbada y me dirijo hacia las tres esclavas, en primer lugar a Catalina, llevando mi mano a su coño, encontrándolo ...

... completamente empapado.

“¿Te ha gustado lo que has visto? ¿Quieres que te fólle como he hecho con ella?” le pregunto moviendo mis dedos en el interior de su coño, buscando su clítoris, llevándola al orgasmo en cuanto mis dedos juegan con su perla.

“Si Maestro Eric, quiero que me fólles como has hecho con ella;” me suplica Catalina con lágrimas en los ojos producto del intenso placer que ha sentido.

Me acerco a Leonor y repito la misma operación y las mismas preguntas que a Catalina, no está tan mojada, pero es evidente que se ha excitado, y su excitación va en aumento según mis dedos van moviéndose en su interior y jugando con su clítoris.

“No quiero que me folles, no soy una puta como ellas;” responde con un tono de rabia en su voz.

“Perfecto entonces, no te follaré hasta que me lo pidas;” le contesto dejando de masturbarla justo cuando estaba al borde del orgasmo, provocando que suelte un pequeño gemido de frustración.

Cuando me acerco a Francesca sé lo que me voy a encontrar, su coño está seco. A pesar de que ha habido ocasiones en las que ha estado mirando como me follaba a Merary no sea ha excitado en absoluto.

Sin preguntarle ni tocarla, hago un gesto a Merary para que se acerque a Francesca. De inmediato Merary agarra su cabeza y le da un apasionado beso, arrodillándose luego entre sus piernas, llevando su lengua al coño de la veneciana.

Como esperaba, Francesca no tarda en comenzar a gemir gracias a las caricias de Merary, es lesbiana y por tanto no ...