Una Buena Ocasión 3
Fecha: 01/05/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Trastornado, Fuente: TodoRelatos
... fuera una polla entre sus tetas.
- ¿No tienes bastante con dos? ¿quieres a otra? – siguió con sus preguntas, dejándolo a cuadros y haciéndole reír.
- ¡Jajaja! ¡que tía!, me has seguido. - y subió su dedo, levantándole el mentón y besándola. Ella le correspondió, y todos los del pasillo los miraban cuchicheando.
-Contéstame. - le dijo algo cachonda.
-Después de la primera clase, ya te lo he dicho. - y la cogió de la mano, llevándola fuera del instituto.
Caminaban de la mano y Sumía empezó a tener miedo, pero quería saber, era un hallazgo que, si lo documentaba, su página de internet petaría de seguidores, y quería ver que le enseñaba el demonio, por mucho miedo que tuviera. Llegaron a un callejón y la metió hasta llegar a un contenedor, llevándola detrás.
Ella sonreía y miraba alrededor por si les veía alguien, y abrió los ojos viendo cómo se sacaba la polla y se acercaba a ella.
-Ponte un condón. - le dijo parándole.
-No llevo, por detrás, y ya está. - le dijo amasando sus tetas y besándola.
-No, no, que va, nunca lo he hecho por detrás. Espera que creo que tengo uno. - le dijo volviendo a separarlo después de besarle, poniéndose cachonda por momentos, sin perder de vista ese pedazo de polla que la apuntaba.
Lo saco del bolso y se lo dio, pero él le dijo riendo:
-Amorraté y me lo pones tú, yo no me pongo uno desde hace lo menos 15 años ¡jajaja!. - le dijo viendo como abría los ojos sorprendida de su confesión.
Se agacho, se la empezó a ...
... chupar, y noto como le cogía la cabeza y se la metía más, pero ella le dejo hacer, esa polla era increíble, y crecía en su garganta haciéndole gozar.
- ¡Mmmh! joder con la canija, como tragas cabrona ¡Buff! – la animó sorprendido.
Se la sacó sonriendo, le puso el condón en la punta, y se lo puso con la boca, quedando a tres cuartos de la polla, con los dos riendo al verlo.
- ¡Jajaja! se te va a quedar dentro, ya te aviso. - le dijo subiendo su falda de encajes y tirando de sus mayas con fuerza para abajo.
La pobre Sumía no se esperó tanta rapidez, y cuando se fue a bajar más las mayas, ya le entraba la polla y la hacía levantarse de puntillas diciéndole:
- ¡Aaaaah! ¡Ey, con calma que me partes! ¡Aaaaajj! ¡Joder más despa…! ¡Aaaaj! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Mmmmh! ¡joder! ¡que duele! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj!. - empezó a botar cogida del culo, recibiendo pollazos sin piedad, y agarrada a la base de la polla, para que no la metiera más del condón.
Al final las mayas cayeron y abrió las piernas, con Damián mordiéndole el escote y besándola porque gritaba demasiado. Colando dos dedos en su culito, que ella apretaba con fuerza al sentir el dolor, pero su propio peso me ayudaba. La pobre Sumía gemía como una loca, me agarraba la polla con fuerza y el cuello, besándole resoplando y gozando, pero protestando por los dedos en su culo, que aprovechaban la mínima, para entrar un poco más cada vez.
- ¡Que no joder! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡sácalos! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Aaj! ¡Mmmmh! ...