La agradecida
Fecha: 16/07/2025,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: Escribano, Fuente: TodoRelatos
... muy buena! - Digo mientras se levantaba para tomar una fruta de la nevera.
-Solo de imaginarlo, mira como me has puesto. - Le digo, agarrándose la polla por encima del chándal, con un movimiento de macho alfa, sacado de algún video de internet. Pero que marcaba perfectamente el volumen de lo que había detrás.
María hizo como si no le diera importancia al comentario, esbozando una sonrisa inocente, mientras su cara se ruborizaba de golpe.
José se dirigió a la nevera con toda naturalidad, mientras la mente de María explotaba en mil pedazos.
¿Ella lo había excitado?
¿Javier la encontraba atractiva?
¿Era pecado lo que estaba ocurriendo, o el pecado era otra cosa?
El vino no la dejaba pensar con claridad, y sus ojos se pegaron al pantalón de chándal para poder volver a ver su miembro marcado en él.
Cuando Javier se dio la vuelta para volver a la mesa con una manzana en la mano, pudo ver los ojos de María clavados en su paquete.
Empezó a hablar con un tono muy suave, mientras avanzaba lentamente hacia María, que parecía no prestar atención a sus palabras. Seguía sentada en la mesa, delante de su plato vacío, con las manos encima del tapete, y los cubiertos a un lado. Javier se detuvo a su lado, agarrando un mechón de pelo como si quisiera peinarlo.
María no hizo nada. Había apartado la mirada y la mantenía perdida en algún objeto de la habitación, mientras Javier le acariciaba el pelo, enredándolo entre sus dedos.
Javier, se volvió a acariciar la ...
... polla por encima el pantalón.
-Qué buena estás María…- le dijo, tirando del pantalón para dejar su erección a escasos centímetros de la cara de su anfitriona.
María pensó en librarse de la mano de Javier, levantarse y darle un fuerte bofetón a ese niñato insolente. Pero no hizo nada de eso. Dejó pasar el momento. La mano que acariciaba su pelo, descendió hacia la mejilla, haciendo un poco de presión para que girara levemente la cabeza. Al hacerlo, el glande de Javier pidió paso entre sus labios. A lo que María, sin saber ni preguntarse nada, abrió levemente la boca para dejar entrar el pene de Javier.
Javier apenas se movía, había agarrado la cabeza de María con ambas manos. Mientras que con la mano izquierda le acariciaba la mejilla el cuello y la nuca, la mano derecha estaba enzarzada entre sus cabellos, jugueteando con ellos. Mantenía la cabeza inmóvil, haciendo leves movimientos con las caderas para que su polla se moviera mínimamente dentro la boca de María, que lo abrigaba con su calor.
María estaba terriblemente excitada. De manera casi refleja, y repetitiva, cerraba sus piernas con fuerza, sintiendo un placer que se disipaba en su cuerpo. Sentía la dureza del miembro de aquel joven en su boca, el deseo y la excitación por ella.
Adelantó la lengua para que el glande la rozara.
-Muy bien, sí, eso me gusta…- susurró, y su mano empezó a deslizarse por el cuello y por debajo del jersey hasta su pecho, tiro del sostén con fuerza para liberar sus enormes ...