Compartiendo a su hija
Fecha: 28/07/2025,
Categorías:
Incesto
Intercambios
Sexo con Maduras
Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30
... habitación, yo no sabía si su padre nos estaría viendo desde la otra cama, haciéndose el dormido, como yo hacía, porque tampoco decía nada, pero llegado ese momento, ya no me importaba y solo pensaba en disfrutar de aquella criatura que se había metido en mi cama.
Así que la desnudé completamente y con sus piernas abiertas, me puse a chuparle esa vagina adolescente, con lo que tantas veces había soñado, y que por fin podía degustar, sintiendo como brotaban sus jugos que en ese momento me parecieron lo más delicioso del mundo.
Y al verla tan abierta, con esa vagina sonrosada, después de pasar tantas veces la lengua por ella, puse mi polla en su raja para penetrar ese estrecho coño que tanto deseaba y que tanta excitación me producía poder follármelo, por lo que tenía miedo de no aguantar mi eyaculación y no disfrutar de ese momento como yo desearía, alargándolo eternamente.
Al penetrarla puede notar como mi pene entraba sin apenas resistencia en su coño, pero a la vez, sus músculos vaginales, abrazaban mi polla sintiendo un contacto pleno dentro de ella, produciéndome una placentera sensación como nunca había sentido.
A la vez que la follaba, le chupaba sus pequeños pechos, metiéndome sus puntiagudos pezones en la boca, notando como ella gozaba conmigo hasta prácticamente el delirio, lo que todavía me excitaba mucho más.
El ver como una cría de su edad podía ser tan puta y hacer gozar de esa forma a un hombre maduro como yo, hizo que no tardara en correrme, ...
... pero por precaución preferí echárselo fuera, sobre su barriga y los pocos pelos que le estaban saliendo en su pubis, pudiendo ver ahora claramente como su padre estaba observando toda la escena, siendo él en esta ocasión el que se masturbaba mirándonos.
Una vez satisfechos los dos, la niña volvió a su cama, pero esta vez fue su propio padre el que volvió a follarla, supongo que por la excitación que le había producido el verla conmigo, ya sin preocuparse ni ocultarse de mi absorta mirada ante todo lo que estaba pasando en aquella habitación, lo que fue todavía más impactante para mí, porque ese hombre estaba totalmente excitado, follando duramente a su hija hasta que se corrió y ella sin dejar de tener un orgasmo tras otro, lo que la dejó, sin fuerzas, tendida sobre la cama, llena del semen de su padre, junto a los restos del mío.
A la mañana siguiente, su padre se mostraba mucho más contento y confiado conmigo, porque sabía que ya se había asegurado mi silencio, al haber compartido esa experiencia conmigo:
—¿Te gustó anoche follarte a mi hija?
Esta vez no tuve tantos reparos en seguir su conversación, contestándole:
—¡Buuufff! Fue increíble. Tienes una hija maravillosa. Eres un padre afortunado. ¿Te creerías que lo que pasó anoche era uno de mis sueños que creía que nunca cumpliría?
—Claro que te creo. Ya sé que eres uno de esos viejos viciosos a los que les gustan las chiquillas….. Ya me fijé en como la mirabas cuando se desnudaba el primer día y me dio mucho ...