1. LNE (8). La forma del fango


    Fecha: 30/09/2025, Categorías: Grandes Series, Autor: Schizoid, Fuente: TodoRelatos

    ... dilatadas que si las llevara, habría perdido las lentillas. L
    
    Ya era tarde. La pelirroja sacó un frasquito de aceites esenciales, un cristal violeta y, por algún motivo inexplicable, una pluma.
    
    —Relájate —dijo con voz algo pastosa, pasándole la pluma por el cuello mientras él intentaba no estornudar—. No luches contra el flujo.
    
    César, más confundido que caliente, sintió de pronto que Marisa bajaba por su torso con aire ceremonioso, murmurando cosas como:
    
    —Hay mucha tensión aquí... Veo bloqueos en tu energía vital... Y un regusto a pasado no resuelto.
    
    Antes de que pudiera preguntarle si eso era un diagnóstico médico o esotérico, Marisa ya estaba sacándole la polla del pantalón para aplicarle un peculiar “tratamiento”.
    
    César abrió los ojos como platos.
    
    —¿Esto es parte del ritual?
    
    —Esto es una limpieza de aura profunda —respondió ella, antes de cerrar los ojos con expresión de gurú concentrada, abrir la boca y meterse la polla de César, todavía no erecta pero progresando adecuadamente, hasta la garganta.
    
    No lo hacía mal, subiendo y bajando la cabeza con los labios bien apretados, pero en un momento dado frunció el ceño, se detuvo un momento, y dijo con la nariz arrugada:
    
    —Tu energía... sabe rara.
    
    —Eh… ¿rara cómo?
    
    —¿Tienes... karma denso? ¿Has estado en contacto con alguien de vibración baja?
    
    César tragó saliva.
    
    Cristina.
    
    El bosque.
    
    El musgo.
    
    El “plan B”.
    
    —Digamos que… mi aura tuvo un accidente técnico esta ...
    ... mañana.
    
    Marisa lo miró, se limpió la boca con un pañuelo de cáñamo ecológico y exclamó:
    
    —¡Esto explica tanto! Te noto… muy “Saturno retrógrado”.
    
    —Es probable. También es probable que esté “autoerótico residual” -dijo a modo de excusa.
    
    Ella se quedó en silencio. Luego, para sorpresa de César, se echó a reír.
    
    —No pasa nada. El universo es caos. A veces uno limpia el aura y encuentra... Cosas.
    
    Él se tumbó, aturdido, mientras ella se acurrucaba a su lado como un gato cósmico.
    
    —¿Te vas a quedar aquí? —preguntó César.
    
    —Solo hasta que tus campos energéticos dejen de temblar como un lavavajillas.
    
    —¿Y eso cuánto dura?
    
    —Depende de cuánto autoerotismo hayas acumulado.
    
    -¿Hablamos de época reciente, o desde la adolescencia?
    
    -Ssssshh… - chistó ella, cerrando los ojos, colocándole un dedo en los labios y acertando a la segunda.
    
    César cerró los ojos, escuchando el sonido de los grillos y el corazón aún acelerado.
    
    Y pensó, con media sonrisa:
    
    "Este campamento es como una comedia picante de los ochenta. Con peor banda sonor.”
    
    ***
    
    Habría querido dormir, pero Marisa roncaba suavemente en la tienda, y se quedó tumbado, medio divertido y medio perplejo. Finalmente, se puso una sudadera y salió al exterior.
    
    La noche estaba limpia. Las estrellas parecían bromear entre ellas, y el viento traía olor a tierra húmeda y a calcetines secándose mal.
    
    —No duermes tampoco, ¿eh?
    
    Inés estaba sentada en una roca cerca del río, abrazándose las piernas, con el pelo algo ...
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