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Úrsula
Fecha: 26/10/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Cyber Gaoler, Fuente: TodoRelatos
... ocurre preguntar. Trituran la piedra de sal… Son los más afortunados. Respiran aire fresco. La mayoría de presos están abajo, en las galerías, arrancando la piedra. ………………………………………………….. El hombre me conduce a una de las construcciones. Hay guardias en la puerta, guardias dentro, parece un cuartel… Me lleva a una sala donde hay un hombre sentado tras una mesa rústica. Vestido de uniforme militar, sin cota de mallas (no la necesita si los enemigos son presos encadenados), con escudo en el pecho, un oficial. Unos cuarenta años aunque los lleva bien. Calvo, barba cana… pero sus rasgos son todavía finos, no se le notan muchas arrugas. Parece fuerte como un toro. El sargento lo saluda con respeto. Le anuncia la llegada de una prisionera. Tirando por mí me coloca en el centro de la sala, frente al capitán. El capitán se levanta, se acerca, me mira de arriba a abajo. Me habla: ¿Por qué delito te envían aquí? Dicen que robé una bandeja de plata… ¡¡¡Y no te colgaron!!! Es mentira, el conde sabe que es mentira… ¿Sabes?... Todos los prisioneros son inocentes aquí… En todas las cárceles lo son. Al menos según ellos, son víctimas de errores, conspiraciones, denuncias falsas… Es tu caso, ¿No? Sí… es mi caso. Aquí nos da igual, somos carceleros, no jueces. Cuando estás a este lado del muro y te ponen los grillos de bronce ya no hay salida. La única esperanza es vivir aquí de la manera menos incómoda posible. Aprieto los labios, miro al suelo, ...
... mi cuerpo está tenso, asustado. No sé qué hacer contigo. El trabajo en la mina destroza a hombres fuertes, tu hermoso cuerpo va a durar muy poco. … … La verdad es que querría que alguien cocine alguna cosa decente, el rancho de los soldados ya nos cansa. ¿Sabes manejarte en la cocina? Sí… Pues puedes ser la cocinera de oficiales. Eso de “cocinera de oficiales” parece lo mismo que “copera”... La verdad estoy harta de ser una esclava sexual. Si la mina me mata rápido, menos sufrimiento. No, no quiero eso, tratadme como a los demás… Mi delito es igual, ¿NO? Pues voy a cumplir tu deseo… Sargento, a las galerías. ………………………………………………….. El sargento me sujeta por las manos y me arrastra afuera del edificio. Me arrastra por el patio: un páramo de tierra dura y sin vegetación, lleno de desniveles. Me conduce hacia dentro de lo que parece una cueva. Descendemos, cruzamos galerías, intersecciones. No entra luz de fuera. El sargento tomó una antorcha al entrar. Hay pebeteros encendidos en algunos puntos. He visto a un prisionero esquelético alimentando uno de ellos. Sus ojos se abrieron como platos al verme pasar. El ambiente es húmedo y frío. Además en el aire hay algo raro… algo que irrita los ojos y la respiración. Sí, debe ser la sal. Atravesamos un par de cámaras vacías. Vetas de halita ya extraídas. Llegamos a una cámara donde hay presos trabajando. La pared del fondo es de color blanco azulado. Los hombres pican la piedra de sal con picos y ...