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Úrsula
Fecha: 26/10/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Cyber Gaoler, Fuente: TodoRelatos
... palas. Meten las piedras extraídas en cestos. Varios guardias supervisan. El sargento habla con el que parece el jefe de la cuadrilla de guardias. Detrás de él veo un cesto lleno de cepos para las muñecas de los presos. El guardia no parece muy convencido pero obedece: me suelta las manos y me da herramientas. Comienzo a intentar arrancar piedra de sal. Consigo sacar algunos trozos pequeños. Veo a los hombres arrancar trozos mayores con grandes golpes. Me cuesta el doble de tiempo que a ellos llenar un cesto. Después de primer cesto estoy agotada. A pesar del frío estoy sudando. Los hombres no se cortan en quitarse la túnica y trabajar desnudos. Yo no me atrevo. El picor de la sal ya me afecta por todo el cuerpo. Lo noto en la piel, en la nariz, en los ojos… Continúo la jornada como puedo. Los guardias se van turnando. Entran y salen. Desde hace un rato sólo hay uno vigilando. Llaman al guardia… sale de la cámara. Los otros presos se percatan. Dejan las herramientas. Me rodean. Veo sus ojos de lobo clavados en mí. Comienzan a manosearme todos a la vez… Nunca he sentido tanto miedo. Estos hombres no tienen nada que perder. Grito, grito como loca… ¡¡¡Gritos autoritarios!!! Ordenan que todos se pongan de rodillas. Un látigo restallando contra el suelo. Los guardias han vuelto. El jefe de los guardias murmura… dice algo de que ya sabía que iba a pasar. Coge un cepo, me sujeta las manos. Yo no he hecho nada -protesto. Pero tienes que visitar al ...
... capitán. Deshacemos el camino por las galerías. Me arrastra sujetando el cepo de mis manos. Casi me hace correr. Encadenada tengo que seguirlo a saltos. Me duelen los pies… ………………………………………………….. De nuevo ante el capitán. Te vuelvo a ofrecer el puesto de cocinera. ¿Lo aceptas o te devuelvo al inframundo? Sí, sí… por favor. Soldado retírese, yo me encargo de la prisionera. Sí, señor. El hombre me conduce a lo que parecen sus aposentos personales. Junto a una buena cama hay una mesa que puede servir para comer. Me lleva a una puerta del fondo. Es una pequeña cocina. Sigo con las manos sujetas… Él me libera. Has llegado a tiempo de preparar la cena. En la cocina hay bastante comida. De hecho un cordero entero. Sé prepararlo. Mi madre me enseñó. Hago bastante comida. Para que dos personas coman hasta hartarse. El capitán espera en el dormitorio/comedor. Oigo como llega un cocinero para preparar la cena. El capitán le dice que no es necesario esta noche, que vuelva a la cocina de los guardias. Sirvo la comida en una bandeja. Él llena un plato y pregunta: ¿Por qué tanta? … Lleva el resto a la cocina, puedes comer tú allí. No esperaba esto… Pero obedezco, al menos puedo comer como una reina hoy. Retiro los platos. No veo que él intente ningún acercamiento. Estoy resignada a utilizar de nuevo el sexo. Vuelvo a su mesa. Le hablo con sonrisa provocativa: Señor, deseáis un postre dulce. No me gusta el dulce. No hay nada dulce en ...