1. La Niña Mala


    Fecha: 03/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: JackDMellon, Fuente: TodoRelatos

    ... dulce, pero también la más amarga, y como todo en esta vida, a menudo sentimientos opuestos confluyen en un momento. Mientras pongo el aceite a calentar, me miro las manos: las uñas están pintadas, y carecen completamente de vello. Las callosidades propias del hombre son imborrables, pero mi Ama hizo todo lo posible por aligerar la carga que la hombría puso sobre mis manos. Y volví a pensar en la excitante amenaza que suponía manchar la cocina, dejar que mi Ama lo viera, y que nada cambiase aquel día. Pero algo me lo impedía. Hoy no. No esta vez.
    
    Mi Ama vuelve cansada. En seguida acudo a llevar las bolsas, mientras mi Ama se sienta en el salón. El televisor se oye desde la cocina, junto con el sonido de la ropa moverse de lugar. Coloco la compra en su lugar, y termino de freír las delicias de pollo. Mientras la sopa se calienta, paso con el plato por el salón para ofrecer a mi cansada Ama las delicias recién hechas. Allí está, mostrando su sexo de mujer al televisor, aireando el sudor producido por el calor de la mañana. El olor de sus efluvios llegan hasta mi nariz, que responde como una abeja a la miel. Su mano lo acaricia suavemente.
    
    —¿Quiere alguna delicia, Ama? —pregunto con mi voz de niña.
    
    —Gracias, luisita. —Coge una del plato, y abre más las piernas— ¿Falta mucho para la comida?
    
    —Enseguida está la sopa.
    
    Mi Ama asiente. Esperaba que la comida ya estuviese hecha, y que pudiese complacerla un rato después de la cansada mañana. Me preocupé. ¿Está ...
    ... decepcionada? «Tendría que haberme puesto a cocinar antes» pienso. Como si pudiera leer mi pensamiento, ella me mira y me sonríe:
    
    —Bien hecho, luisita. Está todo muy limpio. Puedes atender la sopa.
    
    —Gracias, Ama.
    
    Hago una leve reverencia, levantando la falda lo justo para que mi Ama pueda admirar mis braguitas. Salgo del salón y me adentro en la cocina para echar las estrellitas en el caldo.
    
    Mi Ama siempre come primero. Después yo. Mientras ella come, suelo estar de pie, detrás de ella, por si necesitase algo, o debajo de la silla, entre sus piernas, tomando el aperitivo de su sexo. Hoy estoy de pie, pero con un cambio. Cuando ya he servido el plato, mi Ama me ordena levantar una vez más la falda. Yo lo hago así, y ella observar durante un tiempo mi intimidad oculta por su color favorito. De su tobillo desengancha una cadenita con una llave pequeña. Con lentitud, baja mis braguitas, dejando mi cajita expuesta frente al comedor.
    
    —Pon las manos a la espalda, luisita.
    
    Obedezco, y la falda cae, ocultando mi vergüenza.
    
    —No te muevas.
    
    Se va al cuartillo, y de él saca una cuerda fina y suave. Sin decir nada, ata mis manos a la espalda. Luego, levanta con una mano la falda de sirvienta, y con la otra agarra la llavecita. Con cierta dificultad, logra introducir la llave en el corazón y abrirlo. La excitación ya me invade ante la expectativa. No sin cierto dolor, consigue sacarme el dispositivo, y pronto, el gusano, liberado de su prisión, se estira hacia mi Ama. Ella, ...
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