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La Niña Mala
Fecha: 03/11/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: JackDMellon, Fuente: TodoRelatos
... misterios. Desnuda ya no ante el espejo, sino ante el mundo entero. Mi Ama vuelve a atar mis manos, y sin dejar de mantenerse en mi espalda, abre la cerradura de la caja por segunda vez en aquel día. El gusano se vuelve erecto hacia el público, que aplaude con vítores de fragancias en oleadas de colores, mientras lo pajarillos anuncian al mundo que en el jardín existe un ser asombroso, compuesto de dos. Un ser ambiguo en plena metamorfosis. El fin de un ciclo y el principio de otro. Mi Ama me deja un tiempo para que las flores me observen, y el sol en su poniente, ilumine mi piel con su última luz del día. —Pasa adentro. Hay que prepararse. Desnuda, me pasea por la casa, hasta llegar al baño. El agua inunda la bañera, y de su superficie suben hilos de vapor acogedor. Mi Ama me ayuda a entrar. Primero un pie, que recibe el primer estímulo. Y cuando la temperatura es asumida, el otro. Con los pies, las piernas, en larga sumersión, hasta el pene liberado y las muñecas atadas. Después, el torso entero, y finaliza la cabeza. Completamente mojada por entero, mi Ama, me aplica el champú en el pelo que dejé crecer largo. Luego, el gel muerde de frío el pecho, hasta que se extiende por el resto de mi cuerpo con la suavidad de la mano de mi Ama, palpando todos los lugares de mi cuerpo. —Muy bien, luisa. Ni un solo pelo. —Y me besa en los labios. Dedica un largo periodo de tiempo a limpiarme el pene, que responde ahora flácido, ahora duro, a las caricias de mi Ama. ...
... Cuando las caricias parecen alcanzar un limite insoportable, para un momento, y vuelve a empezar, llevándome en un ciclo sin fin, eterno, deliciosamente frustrante. Tras las caricias suaves, viene la brusquedad de la toalla, raspando la piel, eliminando cualquier humedad sobrante. Luego, el peinado, con fuertes tirones para quitar el enredo de mis cabellos. Por último, me aplica el maquillaje. Labios rojos, colorete, sombra de ojos, y perfume. Cogida de mi miembro, mi Ama me guía hasta el comedor, donde yo me siento como los perros, al lado de su silla. Así, ella come y, al mismo tiempo, me da de cenar a mí lo que ella no quiere, sin rechistar. Luego, vieno el postre, y yo me acerco a la falda levantada de mi Ama, mientras ella disfruta del dulce. Su comida es interrumpida por sonoros gemidos: —Así, mi puta, lame así. Tengo, por última vez, la tentación de morder ante sus insultos, del placer que me provoca. Soy su juguete de placer, su puta, Y como la puta que soy, disfruto de que mi Ama me use. En un momento, oigo como deja los cubiertos sobre la mesa, y siento sus manos apretar mi nuca. Mi boca se adentra en la inmensidad del sexo de mi Ama, y con mi lengua recorro todos sus recovecos. Pero antes de correrse, me aparta de su monte, y me sacude un bofetón. —Todavía no, perra. Levántate. ¡Ahora! Yo me levanto con dificultad. Ella agarra mi pene erecto, y tira de él hasta su habitación. Por primera vez desde que esa mañana abandonara la habitación para hacer ...