1. Mis días en el convento.


    Fecha: 15/12/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Hetero Sexo con Maduras Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que querían tener un hijo conmigo?
    
    Estaba imposibilitada a reaccionar, algunas chicas me habían dicho que la primera penetración era un poco dolorosa. De todos modos, yo no quería impedirle de hacer lo que era necesario hacer, tampoco estaba en grado de emitir algún parecer al respecto, había perdido el don de la palabra.
    
    Padre Antonio tomó un tubo desde el cual exprimió una crema o gel trasparente y lo aplicó a mí vagina, recito una oración con la vista hacia el cielo y los brazos extendidos en cruz, se posicionó entre mis piernas apuntando la punta engrosada de su pene a mi estrecha hendedura. Sor Denisse se arrodilló a mi lado y comenzó a rezar mientras me tomaba de las manos, me miró a los ojos y me sonrió dulcemente, quizás para confortar mi alma pecaminosa. Cuando el sacerdote comenzó a penetrarme suave y lentamente me sentí un poco extraña, pero no sentí ningún dolor. Entonces Sor Denisse dijo.
    
    —Que se haga la voluntad de nuestro señor todopoderoso … Toma su virginidad …
    
    El padre Antonio respondió.
    
    —Amen …
    
    Luego empujó su enorme pene dentro de mi estrecha vagina virgen profundamente. Una estocada lacerante pareció traspasar todo mi bajo vientre. Quería gritar del dolor, pero no salía ningún sonido de mi boca. El dolor era como un escozor que me quemaba la piel; como un cuchillo caliente en mi vagina. Sor Denisse contemplaba extasiada como ese grueso y largo pene me estaba desflorando, yo podía sentir toda la voluminosa y bulbosa cabezota hiriendo mis ...
    ... delicados pliegues. Después de un par de minutos el dolor se fue atenuando y me sentí un poco más aliviada, Estaba desconcertada e incrédula por lo que me estaba pasando. Mientras padre Antonio continuada su rito impuro y obsceno, Sor Denisse exclamó:
    
    —Bendito sea el Señor … Haz crucificada y empalada a otra esposa más de nuestro amado Señor de los cielos … Bendito sea Dios … Con su sangre nos demuestra que era digna para él … Ahora es una esposa de nuestro Señor Jesús … Has hecho tu deber …
    
    Cuando quitó su pene de mí vagina estaba cubierto de sangre. Mi vagina sangraba, pero no era mi periodo. Después me dijo que no había sido difícil desflorarme y que era una candidata optima para el Señor. Luego descendió del altar donde había sido sacrificada, dejándome recostada. Estaba preocupada por estar sangrando, pero a ellos no les importaba. Estaban excitados e impresionados del hecho de haber sangrado al momento de la penetración.
    
    Me quitaron la túnica blanca deslizándola por debajo de mi cuerpo, poniendo en muestra la enorme mancha de sangre a la altura de mi sexo. Ambos se persignaron y oraron ante la mancha y luego le dieron algunos besos. No podía dar crédito a lo que estaba viendo, era increíble y no había terminado allí. Sor Denisse extendió la túnica sobre el alfombrado, se recostó sobre ella, más o menos en la misma posición en la que había estado yo; el sacerdote se colocó encima de ella y la folló con su pene todavía cubierto con mi sangre. Me pareció evidente ...
«12...456...10»